La semana pasada tuve la fortuna de asistir a un evento de la IFLA sobre préstamos interbibliotecarios, del cual prometo una reseña exclusiva.
El evento se llevó a cabo en el auditorio de la biblioteca técnica nacional ubicada en la ciudad de Praga, en la República Checa.
Para que no te pierdas todo lo que esta hermosa ciudad ofrece en materia de bibliotecas, hace algunos años publiqué otras tres reseñas de bibliotecas maravillosas que te recomiendo visites una vez que estés aquí.
Para llegar a esta biblioteca se debe tomar el metro y bajarse en la estación Dejvická que esta justo a dos cuadras.
Tomar la avenida Technická que lleva justo a la calle de Studentská.
El edificio es muy grande y moderno
Para poder ingresar, es necesario registrarse previamente. Si eres nuevo puedes solicitar un pase gratuito, cuyos servicios incluye: servicio gratuito de Internet, préstamo interbibliotecario, uso de fotocopiadoras, acceso a las salas de lectura y acceso a computadoras con bases de datos especializadas en: ciencia, tecnología, ingeniería, entre otras cosas. En mi caso no fue necesario, porque asistí al evento organizado por ellos y hasta nos dieron una visita guiada, contamos con una magnífica atención y acceso a todos sus servicios.
El costo de la membresía anual es de aprox. 3.80 euros, o por la mitad puedes recibir un pase semestral. Solo basta con demostrar que resides legalmente en el país y llevar una identificación vigente.
Cuando ingresé, después de pasar la recepción donde se realiza el registro quedé impresionada pues sus 6 pisos están designados para la biblioteca; entre salas de estudio y estanterías ¡todos ellos llenos de usuarios!.
En el siguiente video podrás ver con detalle el edificio cuyos sketches fueron realizados por el artista, escritor y caricaturista Dan Perjovschi (nacido en Rumania en 1961). Sus sketches son de lo más controversiales, pues hacen una fuerte crítica social a la posmodernidad.
Esta biblioteca comenzó a crearse a principios de 1700 y con el paso de los siglos fue cambiando de ubicación física. Fue hasta el 2009, cuando se creó un edificio ex profeso para albergar poco más de 1.7 millones de volúmenes con todas las amenidades para pasar largas horas de estudio y descanso.
Este espectacular espacio cuenta con cerca de 1,280 asientos para estudiar, 29 salas individuales de lectura y 18 cubículos que están disponibles las 24 horas y más de 400 sofás para relajarse, ¡aquí se vale hacer siesta!.
En su interior hay espacios para tomar café y alimentos, el personal bibliotecario cuenta con pequeñas cocinas en cada nivel.
En la planta baja, hay una librería, una biblioteca pública municipal, una cafetería y una tienda de computadoras.
Por un lado, los dibujos en las paredes de los seis pisos, invocan a la total y absoluta reflexión pasando desde el enojo hasta la risa. Y una vez que bajas la mirada al piso, lleno de colores de manera contrastante, te hace sentir que estás en otra dimensión.
Puedes encontrar usuarios con los típicos videojuegos ochenteros, clave para desestresarse antes de pasar a las salas de estudio.
Una de las cosas más curiosas para mi, fue encontrar una máquina expendedora de artículos escolares.
Al entrar a las salas de estudio, la gente realmente en lo suyo, estudiando.
Tijeras, cuadernos, lápices, y hasta una fotocopiadora con look ochentero.
Es un espacio que definitivamente te invita a estar. Por lo que visitarlo estando en Praga es sin lugar a dudas un «must».
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